En Japón se han realizado extensos estudios del Ganoderma, en la investigación contra el cáncer y se ha comprobado científicamente que posee efectos anti-tumorales. Esta investigación ha continuado en Corea, Japón y China.
 
Hace unos años el renombrado cirujano japonés y miembro del Instituto de Ciencia y Medicina Linus Pauling, el Dr. Fukumi Morishige documentó el caso de una mujer japonesa de 39 años de edad. Era un caso complicado y habían rehusado operarla en varios hospitales. Sin esperanza, ella retornó a su hogar donde encontró que su esposo había recogido Ganoderma en el bosque; él hirvió los hongos y se los dio a beber como un té.
Mientras esto ocurría, ella rogó al Dr. Morishige que hiciera algo para curar la enfermedad a pesar de su estado tan avanzado. Desde que el cáncer fue evidente, seis meses antes, Morishige se sorprendió cuando encontró que no se había incrementado. Entonces analizó las radiografías de ella; algo no estaba claro: sólo se veían trazas del tumor. Cuando ella le dijo que había estado bebiendo té de Ganoderma, Morishige operó con gran curiosidad. El estaba “asombrado” de encontrar sólo tejido cicatrizado, y aunque había células cancerosas, ahora era benigno.
 
Eso fue lo que dio ímpetu al Dr. Morishige a comenzar su estudio del Ganoderma como tratamiento para el cáncer, en especial en casos dados sin esperanza. El Dr. Morishige ahora cree que el Ganoderma también es efectivo en la prevención del cáncer.
 
Los constituyentes activos anti-cáncer presentes en el Ganoderma son llamados Beta-D-glucán.
El Beta-D-glucán es un polisacárido, básicamente una enorme molécula de azúcar construida por muchas moléculas de azúcar de menor tamaño encadenadas entre sí a aminoácidos. Estos intrincados azúcares estimulan o modulan al sistema inmunológico por la activación de células inmunológicas tales como los macrófagos y las células T, así como también incrementan los niveles de inmunoglobulina para producir una alta respuesta contra bacterias, virus y células tumorales.
 
Un descubrimiento importante hecho por el Dr. Morishige, es que la efectividad del Ganoderma puede ser incrementada combinándola con altas dosis de vitamina C. Los polisacáridos son moléculas enormes que son absorbidas por el cuerpo con dificultad; la vitamina C ayuda a romper estas moléculas grandes en otras más pequeñas llamadas “oligoglucan”, las cuales son fácilmente absorbidas. Así, la vitamina C incrementa la biodisponibilidad del Ganoderma aumentando los efectos inmuno-estimulantes y anti-cáncer.
 
 
 
En el Ganoderma se han aislado un grupo complejo de polisacáridos que se reportan como estimulantes del sistema inmunológico, aumentando la producción de monocitos, macrófagos y citoquinas. Una teoría es que estos polisacáridos estimulan la producción de células “T” ayudantes, las cuales atacan las células infectadas (Stamets, 1993).
 
La adicción a los narcóticos deprime las funciones del sistema inmunitario. Se ha demostrado que los polisacárido-péptidos de Ganoderma Lucidum pueden restablecer el sistema inmunológico deprimido por el uso de morfina y que puede ser potencialmente benéfico en el tratamiento de cáncer. Los polisacáridos de Ganoderma Lucidum son quimiopreventivos, inhiben la formación de 8-hidroxideoxiguanosina que representa un daño oxidativo en el DNA.
 
La radioterapia, la quimioterapia y el uso repetitivo de morfinas para remediar el dolor, aunque indispensables en el tratamiento del cáncer pueden suprimir las funciones del sistema inmunológico. El estrés y el envejecimiento también pueden causar el deterioro de esta función (Liu, 1999 a).
 
Una inyección previa de un antioxidante de Ganoderma, restauró casi al 100% todos los parámetros bioquímicos disturbados por el uso de quimioterapia con adriamicina o cisplatina que induce nefrotoxicidad por estrés oxidativo. La cardiotoxicidad inducida en ratas ha sido revertida con extractos de Ganoderma con dosis de 125, 250 y 500 mg/Kg/día, durante 2 semanas. También se ha demostrado la reversión de la función inmunológica por los polisacáridos de Ganoderma Lucidum, cuando esta se ha empeorado con mitomicina, 5 FU, citarabín, el estrés y el envejecimiento (Liu, 1999 a).
 
Ganoderma Lucidum puede ayudar a mejorar en casos de cáncer, el síndrome de fatiga crónica, la degeneración del hígado, desórdenes de la sangre (Stamets, 1993).
 
Los extractos Ganoderma Lucidum inducen el reposo del crecimiento celular y la apoptosis de manera selectiva sobre las células tumorales, demostrado en casos de cáncer de pecho humano. Igualmente se ha reportado que puede inhibir el crecimiento celular previniendo la transición desde G1 hasta la fase S en células HeLa. Los extractos de Ganoderma Lucidum son capaces de inducir apoptosis en forma directa en células de cáncer de pecho humano no a través del sistema inmunológico.
 
Los polisacáridos del extracto acuoso de Ganoderma Lucidum presentan actividad antitumoral mediada por citoquinas liberadas de macrófagos y linfocitos T activados, especialmente

Factor de Necrosis Tumoral a (FNT a) e Interferón g (IFN g) (Hongbo et al. 2002). Los polisacáridos de alto peso molecular aumentan los niveles de IL 1b, IL 2, IL 6; tienen actividad antiviral preventiva, e hipoglicemiante.